Sabemos que para muchas generaciones la idea de tener una sola pareja era la base de sus vínculos, pero esta generación es la que se está replanteando la monogamia como norma de toda relación sexoafectiva.

Desde pensarse como amigos con derechos o arrocitos en bajo, pasando por las triejas y las relaciones poliamorosas, hasta el anarquismo relacional, cada vez más personas se dan cuenta de que estar con una sola persona no es lo que cuadra con ellas y a la vez, están desmontando la idea de que para poder estar con más de una persona a la vez hay que acudir a la mentira, los cachos y la infidelidad, sino que con pleno conocimiento de la persona con la que se está, se llegan a acuerdos para abrir la relación a cualquier tipo de experiencias.

Entre estas experiencias está el intercambio de parejas o swinger, como se le conoce tradicionalmente. Esta práctica, a diferencia de otras variantes del poliamor, requiere de la participación de ambas partes de la pareja en el encuentro con otra, siendo la naturaleza de este plenamente sexual, sin compromisos emocionales y afectivos.

Al igual que en cualquier otra práctica, es importante el diálogo y el consenso, habla con tu pareja sobre el tema, propón un espacio y tiempo para hacerlo, busquen a otra pareja con la que ambos se sientan cómodos y establezcan de los límites del encuentro. Esa búsqueda debería ser en un lugar seguro como clubs o apps de swingers y entablen una conversación para conocerlos y sentirse bien. Vayan a comer, salgan de rumba, hagan lo que harían en una cita normal para que la confianza y la intimidad empiecen a fluir.

Aunque con tu pareja puedas tener la confianza y tranquilidad para no usar métodos de protección contra infecciones de transmisión sexual, al tener relaciones sexuales con otras personas por fuera de la relación, es importante protegerte.

El uso del condón para ambas partes debe ser indispensable y adicionalmente, el uso de métodos anticonceptivos tampoco debería dejarse de lado para evitar tener un susto con la posibilidad de un embarazo no deseado. Puedes probar Piel Excitante y elevar el calor del momento, o experimentar otros sentidos con Piel Sabores: fresa, banano o tutti frutti, ¡tú eliges!

Para muchas personas que lo practican, ser swinger es todo un estilo de vida, con encuentros recurrentes, eventos privados dedicados a ello y hasta con jerga especializada, como soft swap (un encuentro en el que solo hay miradas, caricias y hasta sexo oral), y full swap (un encuentro sexual pleno con la presencia de ambas parejas).

Si nunca lo has practicado y te llama la atención, que esta sea la invitación a que lo hables con tu pareja y lo descubran juntos, siempre con acuerdos claros, protección y pensando en el placer de todos los que estén involucrados.

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